La educación informal (en inglés informal education) es un término genérico que engloba, designa, o señala, a la educación recibida fuera de las instituciones educativas tradicionales. Este concepto se refiere a las varias formas de educación alternativa, como son:
La desescolarización 1 y educación en el hogar 2 (aprendiendo en forma natural y espontánea, a través de experimentos personales, juegos informales o reglamentados, actividades familiares y educación familiar,3 actividades con preceptores, actividades deportivas, aficiones, viajes, lecturas, interacción social, cursos electivos 45 —cursos eventualmente dictados en instituciones formales pero que no forman parte de ninguna currícula de estudios ni generan ningún diploma o atestación específica—)
Autodidacticismo (autoaprendizaje, estudios por cuenta propia)
Trabajo juvenil (empleo juvenil) 67
Los educadores informales (remunerados o no remunerados) trabajan con muchas clases diferentes de individuos y de grupos, tanto a través de planes sociales y comunitarios como a través de instituciones de bien público, fundaciones, instituciones de beneficencia, etc. 8 La educación informal de hecho también se produce a través de los medios masivos de comunicación (televisión, radiodifusión, cine, revistas, periódicos, internet)9 así como a través de otros canales (zoológicos, museos, bibliotecas, centros sociales, ludotecas, actividades extraescolares).
Educación formal, no-formal, e informal
En el ámbito de la política educativa,10 se distingue frecuentemente entre aprendizaje (o educación) formal, informal, y no formal. La diferencia entre estas categorías, y especialmente entre las dos últimas (informal y no formal), no siempre es nítida, y se presta a confusión, pero si nos remontamos hasta el origen de la distinción es posible comprender mejor esta cuestión.
A finales de los años sesenta se empezó a hablar en el ámbito internacional de una crisis de las políticas educativas, haciendo referencia a los problemas económicos y políticos que encontraban muchos países para mejorar y ampliar sus sistemas tradicionales de enseñanza (educación formal). Se creía que esos sistemas tradicionales no estaban logrando adaptarse a los rápidos cambios socio-económicos que se estaban produciendo en muchas regiones del mundo. A principios de los años setenta, diversas organizaciones internacionales de desarrollo empezaron a distinguir entre "educación formal, no-formal e informal", nueva categorización que venía a añadirse a otras ya existentes en el ámbito educativo.11
Según las definiciones clásicas, la educación formal es la impartida en escuelas, colegios e instituciones de formación (primaria, secundaria, terciaria), mientras que la educación no formal se encuentra asociada a grupos y organizaciones de la comunidad y de la sociedad civil, y mientras que la educación informal cubre todo lo demás (interacción con amigos, familiares, compañeros de trabajo, líderes y tutores; autoaprendizaje; socialización; juegos; etc)11. En la práctica, y debido a la naturaleza misma del fenómeno educativo, las fronteras entre categorías se difuminan fácilmente, sobre todo entre la educación no formal y la informal, aunque en líneas generales la primera se caracteriza por ser un proceso educativo institucionalizado y grupal, mientras que la segunda es todo proceso educativo que no es ni formal ni no-formal. Esta distinción tripartita pasó a asociarse además a un nuevo concepto que surgió también por entonces en el ámbito de la política educativa: el del aprendizaje permanente 12 o a lo largo de toda la vida.
La educación informal es una alternativa que da la posibilidad de desarrollar procesos de aprendizaje no convencionales y en ocasiones más efectivos, ya que brinda herramientas distintas que nos son permitidas en la educación formal y no formal como la lúdica, la experiencia virtual, los juegos.
La educación informal ha sido reconocida como una de las mejores formas para desarrollar habilidades que requieren más práctica que teoría tal como los idiomas, la cocina, la informática, entre otros.
Bibliografía
Laura Mascaró Rotger, Enseñar a pescar: educando en casa, Ediciones Lulú, España (2011), ISBN 5-800062-929050.
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